martes, 24 de mayo de 2016

Arafo, Barranco de Añavingo el 24 de mayo de 2016

En el paseo de este día partimos de la Plaza de San Juan Degollado en Arafo, ascendiendo hacia el norte la calle de La Libertad hasta la Esquina de los Carros, un cruce de caminos en el lugar conocido como Plaza del Llano, donde se asienta una antigua casa de arquitectura tradicional canaria recientemente restaurada, y que fue morada del ilustre personaje Secundino Delgado y los Chorros Públicos.
Continuamos la calle Eduardo Curbelo, pasando por los Labaderos Publicos y Molino de Gofio, declarado recientemente Bien de Interés Cultural, es un conjunto arquitectónico construido en 1895 por manos privadas y en un lugar estratégico de aprovechamientos hídricos, pues se utilizaba precisamente en un lugar de paso del agua obtenida de las galerías cercanas.
Un poco más adelante, llegamos al lugar conocido como Canal Alta, donde como su nombre indica, hay un canal que atraviesa el paso por alto.
Continuamos por la una pista y a unos 1000 metros nos desviamos por un sendero a la izquierda, donde hay un acueducto con pilares de cemento que guía un canal desde la Galería de Amance.
A partir de aquí el sendero discurre entre grandes acantilados que caen a plomo desde más de trescientos metros de altura; las escarpadas laderas del barranco le convierten en un auténtico enclave donde subsiste un ecosistema único en especies vegetales.
Nos topamos con una pequeña subida compuesta por varios escalones de madera que nos llevaran hasta la capilla, la cual esta horadada en el risco y resguardada por una pequeña puerta de madera y cristal que deja ver en su interior el pequeño santo, llamado popularmente San Agustinito o San Agustín de las Madres. El camino sigue unos quinientos metros más arriba, después de pasar por una zona casi impracticable cubierta de Zarzas, varias bocaminas de las galerías de agua y una pequeña casona antigua que servía de refugio y pernocta a los trabajadores de la mina. El sendero termina en una pared, en la cual hay tallada una peligrosa escalera que no es recomendable subir. Y regreso por el mismo lugar al punto de partida.
HISTORIA y LEYENDA
El Barranco de Añavingo es célebre en la Villa por un acontecimiento histórico acaecido en el año 1751, cuando es sacada en procesión por el conjunto de los vecinos y llevada hasta una pequeña cueva del barranco, una imagen antigua de San Agustín, en rogativa para aplacar la sed que pasaba el pueblo, debido a que el manantial existente en el interior del barranco quedó sepultado por un derrumbe cinco años antes. Éste colmaba las necesidades de agua de los habitantes y cuando se produjo el trágico suceso fue tal la escasez de agua, que se tenía que ir a recoger a los pueblos colindantes como Güimar. Después de organizar numerosas cuadrillas de trabajadores para desescombrar el naciente, sin tener éxito en ninguna de las ocasiones, un vecino del lugar tuvo la idea de llevar el Santo hasta la pequeña cueva y fue tal la sorpresa que cuando iban de regreso al pueblo, el día que estaba completamente despejado y con calor, se tornó en una gran tormenta sin parar de llover en toda la noche. Al regresar al día siguiente la imagen de San Agustín estaba en su lugar sin desperfecto alguno y del manantial volvía a aflorar el agua como lo hacía anteriormente. Actualmente hay una pequeña imagen del Santo en una capillita horadada en un risco, en conmemoración de aquel acontecimiento. Cada cuatro años se lleva en romería hasta la Iglesia de San Juan Degollado como evocación de aquel "milagro". 


Para ver las imagenes Clic en el senderista.



https://goo.gl/photos/a5bBomthDvCdQAaa7

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