Este pateo lo iniciamos en el antiguo ayuntamiento de Candelaria, situado
por encima de la Basílica. Desde este punto, el camino nos lleva hasta el Risco
de la Magdalena y, seguidamente, hasta la parte alta de la Cueva de San Blas.
Desde estos hitos se disfruta de unas vistas poco habituales del sector
oriental del municipio, de la trasera de la Basílica y el Convento de los
Dominicos y de la Ermita de San Blas.
A partir de aquí, el sendero transcurre paralelo al borde del acantilado costero hasta llegar al Barranco de Samarines, donde se desciende hasta la playa de arena negra y/o callaos, según la época del año, y vuelve a ascender por la ladera basáltica del cauce.
A continuación, el camino retoma la cima del acantilado y discurre con el contraste entre el negro del basalto y el blanco de los depósitos pumíticos del Toscal de Playa La Viuda.
A partir de aquí, el sendero transcurre paralelo al borde del acantilado costero hasta llegar al Barranco de Samarines, donde se desciende hasta la playa de arena negra y/o callaos, según la época del año, y vuelve a ascender por la ladera basáltica del cauce.
A continuación, el camino retoma la cima del acantilado y discurre con el contraste entre el negro del basalto y el blanco de los depósitos pumíticos del Toscal de Playa La Viuda.
Para continuar después por el polígono
industrial de Arafo y Güimar llegado a la Playa El Socorro, aquí continuamos
por todo el litoral de la costa por un antiguo camino que usaban los pescadores
hasta el Puertito de Güimar. Pasando por Playa de La Entrada, Montaña de La
Mar, Las Salinas del Pedrón y Arenitas Blancas. Justo antes de llegar al Puertito
de Güimar a nuestra derecha subiendo. Llegamos a Montaña Grande, Mirador de Las
Morras del Corcho y Las Trincheras. Después continuamos descendiendo hasta el
El Socorro y de nuevo por el mismo sendero ya recorrido hasta el punto de
partida.
Las imágenes haciendo clic en el
senderista. (completas con algunas de internet).
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